• El que encontramos en nuestros mercados procede sobre todo de las costas gallegas o del banco canario sahariano. Se comercializa cocido, crudo, congelado (ya cocido), en conserva y, en ocasiones, seco.
• Aporta 52 calorías por cada 100 gramos, además de proteínas, potasio, fósforo y calcio. Su preparación resulta laboriosa, pues su carne es bastante dura. Antes de cocinarlo, hay que ablandarlo -golpeándolo o congelándolo al menos 24 horas-. Luego, sumergirlo varias veces en agua hirviendo durante 1 minuto y, luego, cocerlo hasta que esté tierno.
El pulpo a feira, es una de sus preparaciones más típicas: cortado en rodajas, con patatas cocidas y aderezado con pimentón, aceite y sal, resulta delicioso. Pero también queda exquisito en vinagreta, en guisos, con mahonesa...
• Existen más de mil variedades. Se las clasifica según el color de su piel (roja, amarilla o blanca), de su carne, (amarilla o blanca), o la época de recolección (patata nueva o vieja).
• Contienen un elevado porcentaje de agua (77%) y son fuente importante de almidón (un hidrato de carbono complejo), vitaminas B6 y C, y minerales como el potasio. Su contenido en proteínas y fibra es escaso.
• Su aporte calórico varía mucho según su forma de preparación: fritas proporcionan unas 275 calorías por 100 gramos; cocidas o al vapor, solo 84, y conservan mejor sus nutrientes.
• Guárdalas en un lugar ventilado, en un recipiente perforado (necesitan respirar) y protegidas del sol, aunque no a oscuras. No compres grandes cantidades para evitar que germinen.
Las abejas extraen el polen de las flores, forman pequeñas bolas y lo almacenan en sus panales donde lo refuerzan con el néctar con el que elaboran la miel, lo que aumenta sus propiedades nutritivas y beneficios para la salud.
• Es un producto rico en proteínas (casi todos los aminoácidos esenciales) y es la mayor fuente conocida de vitaminas, minerales e hidratos de carbono.
• Esta especialmente indicado en casos de anemia o épocas de gran desgaste físico o mental, ya que aumenta la producción de glóbulos rojos. También actúa como regulador intestinal, mejora la digestión de los alimentos permitiendo una óptima asimilación y tiene una importante acción depurativa.
• Se comercializa en cápsulas, jarabe, o gránulos que deben ser conservados en un lugar fresco y seco, pues la humedad provoca la formación de moho.
• Se puede tomar solo, con yogur, con zumos o leche... pero no con líquidos calientes, pues el calor desnaturaliza sus proteínas.
El origen de esta planta, de tallo fino y recto, hojas verde claro brillante y pequeñas flores de color purpura, se sitúa en la antigua Mesopotamia y en Egipto
En su composición destaca una esencia cuyo componente principal es el mental. Se le atribuyen propiedades antiespasmódicas y antisépticas; ayuda a acelerar la digestión, potencia la secreción de la bilis, calma las nauseas y los dolores de cabeza, y estimula el sistema nervioso.
Pero, además, es un condimento culinario muy apreciado en la elaboración de salsas, sopas... Ocupa un lugar destacado en la gastronomía de Oriente Próximo Asia Occidental y Grecia, y en la cocina inglesa es la hierba más utilizada.
Es una planta de rápido crecimiento, fácil de cultivar y mantener en casa en macetitas o pequeñas jardineras. Solo necesita un suelo arcilloso y bien drenado, riegos cada dos días y una exposición directa a la luz del sol. Pero también es fácil encontrarla, en manojitos, en mercados y grandes superficies.
Para conservarla en casa hasta su uso, lo mejor es dejarla en un vaso con agua.
Fuente:Cocina y nutrición: Comer bien
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