Esta exótica fruta es una gran desconocida en nuestro país. Sólo tienes que aventurarte a probarla para descubrir un autentico placer culinario.
Los litchis proceden de las tierras bajas de las provincias de Kwangtung y Fukien, situadas en el sur de China. Su cultivo se fue extendiendo durante el paso de los años a través de las áreas vecinas del sudeste de Asia e islas cercanas. Actualmente, se cultiva en el norte de la India, Indochina, Tailandia, Formosa, el sur de Japón, el noroeste de Australia, África Oriental, Hawai, Brasil, Florida y otras regiones subtropicales del mundo. Se los conoce también como ciruelas chinas y son considerados una de las frutas más exquisitas que existen por su sabor y su textura. Dulce y fácil de comer (en China, por ejemplo se toman desecados), basta con partirlos por la mitad y quitarles el hueso central. En los países europeos no es muy conocida y llega a los mercados importado. De hecho, en algunas ciudades es difícil encontrarlos en el mercado, y solo pueden adquirirse en establecimientos y restaurantes orientales.
Propiedades nutritivas
Tiene un contenido en agua muy elevado y es rico en hidratos de carbono, pero como es pobre en grasas y proteínas, su valor calórico no resulta muy alto. Destaca su aporte de vitamina C, básica en la formación de colágeno, huesos, dientes, glóbulos rojos, la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. También aparecen, aunque en menor proporcion, otras vitaminas hidrosolubles del grupo B, como el ácido fólico. En lo referente al grupo de los minerales, aporta potasio, encargado de la transmisión del impulso nervioso e imprescindible para el equilibrio del agua en la célula; y magnesio, que se relaciona con el funcionamiento del intestino, nervios y músculos, formando también parte de los huesos y dientes y mejorando la inmunidad. Contiene fibra en cantidades poco significativas pero suficientes para dotarle, de igual forma, de un suave efecto laxante.
Cualidades
Puede encontrarse fresco de noviembre a febrero y descubrir su sabor dulce y exótico que recuerda al de las más con aroma a rosas. Es un fruto muy pequeño, ovalado y la pulpa recubre totalmente una semilla grande que es dura, lisa y marrón no comestible, Tiene un aspecto externo similar al del madroño. Su tamaño oscila entre los 3 y 4 centímetros de diámetro y su peso aproximado es de 20 gramos por unidad. Lo que más hay que destacar de su apariencia es su piel de color rojo vivo que está cubierta de pequeñas verrugas, aunque en ciertas ocasiones esta tonalidad se torna en amarillo. En el interior se encuentra la pulpa, muy jugosa y de color crema.
Como consumirlos
Lo habitual es consumir el litchi como una pieza de fruta más, ya que de esta manera es posible aprovechar mucho mejor sus propiedades. Asimismo, es posible degustarlos en ensaladas, zumos, batidos y macedonias. También puedes descubrir sus matices al cocinarlo con arroz, carnes y pescados e, incluso, como helado
o un delicioso sirope. También es posible adquirirlos en almibar o desecados (la concentración de nutrientes se multiplica por tres, si bien se pierde entre un 20-50% de vitamina C).
Curiosidades y consejos
En China es muy apreciada la miel obtenida de flores de litchi. Esta exótica fruta se emplea en la medicina tradicional del país asiático para aliviar problemas de garganta por su acción analgésica y calmante. En Thailandia, por ejemplo, se producen variedades sin semilla, aunque los frutos son de menor tamaño y su cultivo no está demasiado extendido. En Madagascar, se elabora una bebida con esta fruta llamada "litchel" que se sirve como aperitivo. A la hora de adquirirlos, hay que desechar los que se vean arrugados, ya que esto es un signo de que la pulpa se está volviendo negra y ha perdido sabor. A temperatura ambiente, su piel se seca y se oscurece, por lo que es conveniente conservarlos en el frigorífico durante unas dos semanas. De todas formas, la congelación es el mejor método para conservar esta fruta, ya que permite preservarla durante un año.