EI invierno es tiempo propicio para las bronquitis. En especial, las personas mayores, los fumadores o quien tenga alguna predisposición deben protegerse del frio para no caer en una crisis aguda de la enfermedad.
La bronquitis es una irritación de las vías respiratorias entre la traquea y los pulmones. En ocasiones, si el bronquio se infecta puede progresar hacia una neumonía, que es una infección dentro del tejido pulmonar, causada, ya sea por una bacteria o por un virus.
El tratamiento al uso de la bronquitis suele consistir en antibióticos, como suele ser en el caso de las neumonías.
En ambos casos, tomar suficiente vitamina C, mantener los niveles de zinc, estar bien hidratado y evitar el azúcar son la clave para una pronta recuperación. El descanso y la alimentación rica en frutas y verduras, aseguran la fortaleza del sistema inmune.
Diversos estudios han demostrado que el zinc, no sólo es esencial para el funcionamiento correcto del sistema inmune, sino que además alivia la inflamación del bronquio.
Por desgracia, el zinc es uno de los minerales más escasos en nuestra dieta y también por la pobreza de las tierras de cultivo actuales. Se encuentra en buenas concentraciones en las pepitas de melón, sandía y también en las de girasol que no ha sido tostadas ni tratadas industrialmente.
Desde hace ya varios años, se ha comprobado que la relación activa, mediante métodos de visualización o meditación, contribuye a reforzar la capacidad del organismo para luchar contra elementos extraños.
Beber líquido abundante evita que las paredes mucosas del tracto respiratorio se conviertan en buen lugar para la infección. Sin embargo, los zumos que contienen mucho azúcar dificultan la labor de los glóbulos blancos en la eliminación del virus.
Por tanto, es mejor diluir mucho el zumo o, bien, consumir bebidas isotónicas, ricas en vitaminas y minerales. Los tés ricos en antioxidantes y los jugos de vegetales también pueden servir para conseguir una buena hidratación.
Es necesario bajar los niveles de azúcar consumir puesto que en la sangre compite con la vitamina C por el mismo sitio para ser transportada. De esta forma, la reducción de los niveles de vitamina C resulta en una reducción de la habilidad de los glóbulos blancos para ejercer su función.
La vitamina C, tomada de fuentes naturales, en comprimidos de herbolario a dosis abundantes, ayuda a mejorar los síntomas y, quizás, a disminuir en un tiempo variable la duración de los síntomas. No se debe olvidar, que todos los tóxicos, como el tabaco o el alcohol, son grandes ladrones de vitamina C. Por tanto, esta vitamina es más recomendable aun en personas fumadoras.
Reforzar el sistema inmunitario
Para aliviar la inflamación del bronquio es bueno adoptar posturas que favorezcan la movilización del moco que se acumula. Además, aspirar el vapor de agua aromatizada con tomillo. En zonas muy secas y especialmente si se trata de niños, se puede utilizar un humidificador por la noche para mejorar la respiración.
En general, hay que intentar controlar todo aquello que pueda disminuir la capacidad del sistema inmune: estrés, mala alimentación, poco ejercicio, sueño escaso... Las técnicas de relajación activa, en la que el sujeto no se duerme si no que activa todo su sistema para-simpático, es una buena forma de reforzarse. El yoga, el tai-chi, la meditación y la visualización son buenos ejemplos de ello.
La alimentación debe seguir pautas más saludables. El consumo frecuente de frutas, verduras, legumbres y alimentos integrales aseguran las fuentes de vitaminas y minerales, además de ser una fuente de fibra, esencial para la regulación del aparato digestivo. La piña es una fruta rica en bromelaína que ha demostrado un efecto antitos y de fluidificación del moco.
Los comienzos de año son tiempo para los buenos propósitos como dejar el tabaco o hacer más ejercicio. Una buena motivación es hacerlo para reforzar nuestra capacidad de defensa frente a la enfermedad y evitar así, las recaídas en agudizaciones de enfermedades que, mal tratadas, pueden desembocar en infecciones serias como la neumonía.
Estilo de vida
•Adoptar posturas boca abajo durante al menos 20 minutos, apoyando el abdomen sobre una banqueta y usando las manos para que la cabeza no de en el suelo.
•Efectuar al menos tres veces por semana alguna técnica de relajación activa: yoga, tai- chi, meditación, etc ...
•Evitar bollería, alimentos dulces, tabaco y alcohol.
Fuente: Cocina Faácil y natural
Pedro L. Gonzáles Médico especializado en medicina preventiva y periodista.
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