La inflamación de las encías es un problema que se da con una inusitada frecuencia. Mas del 80% de la población la padece en algún momento y cerca del 40% la sufre de forma crónica.

Se trata de un trastorno que no solo requiere una buena higiene dental, la personal y la
practicada por un profesional, sino que, además, es necesario llevar una dieta adecuada que prevenga y minimice los efectos de la inflamación de las encías.

En muchas ocasiones existe una menor capacidad de defensa natural a través del sistema inmunológico del organismo, lo que refuerza la necesidad de seguir una dieta sana y un estilo de vida activo, que refuercen el sistema inmunitario. Evitar el alcohol en exceso también contribuye a ello.

Además, en las fases agudas será importante seguir técnicas de relajación -visualización que ayuden a reforzar la capacidad de defensa.

Can frecuencia la inflamación se debe a una agresión externa, causada por ejemplo por los componentes del humo del tabaco.

El principal efecto de la inflamación crónica de las encías es la pérdida de piezas dentales con el tiempo. Sin embargo, la consecuencia más importante puede venir en forma de infecciones bucales y en zonas más distantes, como el pericardio, el tejido que rodea al corazón.



La mejor cura, la prevención



Para evitar la periodontitis es importante mantener un trabajo dental adecuado. Asi, se debe comer fruta y hortalizas crudas, que ayudan a reforzar el tejido alrededor de los dientes. Por ejemplo, comiendo una manzana con su piel. A este efecto contribuye también una alimentación rica en fibra.

Además, la higiene diaria y la limpieza profesional cada seis meses o un año según las personas, son los elementos de base para evitar la inflamación de las encías.

La vitamina C es el principal nutriente protector de las mucosas de las encías. De esta forma, una dieta rica en frutas es la principal medida a tomar. Se aconseja tomar de 3 a 4 piezas diarias como mínimo, de naranjas, kiwis.

Cuando la inflamación es recurrente y severa, se aconseja tomar alimentos ricos en vitamina E. Esta se encuentra en todos los alimentos ricos en fibra que además dan trabajo a los dientes. En este grupo se encuentran el salvado de trigo, cereales integrales 0 el arroz con cascara.


El ácido fólico también se ha demostrado que reduce la inflamación de la encía. En situaciones como el embarazo y durante la toma de determinados medicamentos contra la epilepsia o los quimitoterápicos, se produce una deficiencia de ácido fólico que, en parte, explica la tendencia al sangrado de las encías en estas situaciones.

Una de las mejores. fuentes naturales de ácido fólico es la carne, pero especialmente en el embarazo, es recomendable tomar suplementos de cualquier preparado de herbolario y evitar así el exceso de grasas que se produciría al tomar la carne necesaria. A evitar también los alimentos ricos en azúcar como la miel o los dulces en general y, desde luego, todo lo referente a bollería industrial o alimentos precocinados.

Los beta carotenos de las zanahorias, la remolacha, las espinacas o el tomate son también protectores frente a la inflamación. De la misma forma, el zinc que participa en muchas reacciones inmunitarias y de inflamación, debe formar parte de la dieta de los que padecen periodontitis. No es un mineral abundante y se encuentra, sobre todo, en semillas como las pipas de girasol o de sandía.

Para reforzar el sistema natural de defensas, nada mejor que una combinación de vida activa -con ejercicio moderado al menos 30 minutos al día- con técnicas de relajación y meditación destinadas a lograr un autocontrol sobre el estrés. El estrés reduce la capacidad de defensa del sistema inmune y si se mantiene en el tiempo, puede ser el origen de la inflamación crónica de las encías.

Los problemas de las encías son un problema común y difícil de resolver cuando se instaura de forma crónica, al participar en su génesis múltiples factores. Por esta razón, es una magnifica excusa para tomar una postura proactiva con nuestra salud y adoptar el estilo de vida que mas favorece a nuestro bienestar.

La naturaleza nos ha dotado con el extraordinario poder de cambiar las condiciones que nos han llevado a la enfermedad o nos hacen mas difícil la recuperación. No deje su salud en manos de otros.


Estilo de vida



•Eliminar el consumo de tabaco, alcohol y azucares refinados o bollería industrial.
•Beber un mínimo de dos a tres litros de líquido al día.
•Hacer ejercicio regular y moderado. Con media hora al día corriendo o en bici, es suficiente.
•Practicar ejercicios de relajación con visualización para un mejor control del estrés y un refuerzo de las defensas naturales.

Fuente: Cocina Sana y Natural
Dr. Pedro L. Gonzáles Médico especializado en medicina preventiva y periodista.


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