Nuestro cerebro consume el 20% de la energía que ingerimos a través de los alimentos y el 40% del oxígeno de nuestra respiración.

Una alimentación desequilibrada puede provocar alteraciones de ciertas funciones de nuestro cerebro como la memoria, el aprendizaje, la concentración o incluso nuestro estado de ánimo. Por este motivo es fundamental, en aquellas personas que desempeñan un trabajo intelectual, en niños y adolescentes estudiantes y en todos aquellos que quieren mantener su mente joven y activa, llevar una dieta sana y equilibrada para alimentar nuestro cerebro. Además de los neurotransmisores, fundamentales para el correcto funcionamiento de la actividad neuronal, nuestro cerebro precisa una buena nutrición. Una alimentación desequilibrada puede producir carencias de vitaminas y minerales que a su vez ocasionan apatía, irritabilidad, nerviosismo, falta de concentración, fallos de memoria e incluso depresión.


LOS HIDRATOS DE CARBONO

Entre los alimentos fundamentales para nutrir a nuestro cerebro destacan los hidratos de carbono, que tras la digestión se descomponen en moléculas más básicas, fundamentalmente glucosa, que es el alimento principal de nuestro cerebro. Los hidratos de carbono pueden ser simples (azucares refinados, dulces, golosinas) o complejos (cereales, pan, patatas, pasta y arroz). Teniendo en cuenta que la alimentación del cerebro depende de los niveles de glucosa en sangre (conocidos con el nombre de glucemia), ingerir hidratos de carbono complejos permite mantener un os niveles más estables, ya que la liberación de glucosa a la sangre se realiza de forma más paulatina que al ingerir azúcares simples.


Por todo ello, es importante realizar varias tomas de comida al día, 4 o 5, Y no dejar pasar entre ellas más de 3 o 4 horas para mantener unos niveles de glucemia estables. Para ello también es importante romper el ayuno nocturno con un desayuno completo y equilibrado, en el que no pueden faltar los hidratos de carbono, preferiblemente complejos. Una situación de hipoglucemia (niveles de glucosa en sangre bajos) continuada puede ocasionar irritabilidad, falta de memoria y de concentración, cansancio y mareos que pueden aparecer durante la mañana en aquellas personas que no desayunan de forma adecuada.


Los neurotransmisores

EI cerebro humano utiliza diferentes sustancias para que las neuronas se comuniquen entre si. Son los llamados neurotransmisores y los obtiene casi exclusivamente de la alimentción. Algunos de los precursores de estos neurotransmisores son la colina, utilizada para producir acetílcolina, un neurotransmisor fundamental para transmitir impulsos nerviosos a nuestros músculos. Se encuentra principalmente en las habichuelas, el hígado, la soja y los huevos. También es importante el ácido glutámico, que se ha asociado en diferentes estudios a funciones cerebrales como el aprendizaje y la memoria y que se encuentra en las harinas y las patatas. EI ácido aspártico (patatas, granos y germinados), la fenilalanina (huevos, carne, remolacha ... ), la tirosina (leche, pescado, aguacate), y el triptófano (plátano, piña, pescado, huevos ... ), son otros de los precursores esenciales para algunos de los neurotransmisores más importantes de nuestro cerebro.


Tónicos naturales


Existen varias sustancias naturales que han sido estudiadas como posibles aliados a la hora de mantener nuestra memoria en forma, un buen estado de concentración y aumentar nuestro rendimiento cerebral. Entre estas destacan las siguientes:


* Ginkgo biloba: Considerada como una de las mejores plantas para la memoria y la concentración al aumentar el nivel de flujo cerebral al cerebro. Contiene un tipo de flavonoides que parece tener mayor afinidad sobre el sistema nervioso central. Es útil para combatir el envejecimiento. Su consumo se aconseja en casos de estrés laboral, a los estudiantes, y durante la tercera edad.


* Lecitina: Al igual que el anterior, la lecitina es más eficaz para prevenir que para curar. Resulta muy beneficiosa en la primera fase de trastornos de la memoria y puede llegar a aumentar las capacidades mentales de personas cognitivamente saludables.


* Fosfatidilserina:Es un gran tónico cerebral. Se encuentra en la lecitina pero no abunda en alimentos corrientes. Mejora notablemente la actividad cognitiva y alivia los síntomas de depresión.


* Acetil L-camitina: Mejora el metabolismo energético en los centros energéticos del cerebro (mitocondrias) y reduce la generación intracelular de los radicales libres. También aumenta la comunicación entre los hemisferios cerebrales.


* Zumos verdes y te verde: Debido a su elevado número de enzimas y vitaminas, son muchos los zumos frescos que se pueden consumir para tonificar el cerebro. Son especialmente buenos los de algas (sobre todo espirulina, clorella y dulse), hojas de cebada, avena, remolacha en polvo, polen de abeja, lecitina y noni. Al ser un potente antioxidante y fuente rica de flavonoides, el té verde es también una bebida indicada para el mismo fin.


La vitamina B

A pesar de que todas las vitaminas juegan un papel fundamental en el correcto funcionamiento de nuestro organismo, las vitaminas del grupo B son sin duda las más importantes y las que más beneficios tienen cuando hablamos de nuestro cerebro. Especialmente destacables son los beneficios de las vitaminas B1, B6 Y B12.



En este sentido, la vitamina B1 (o Tiamina), es fundamental en el metabolismo de los hidratos de
carbono. Un excesivo consumo de hidratos de carbono simples puede reducir los niveles de esta vita-mina y provocando un deterioro en el metabolismo de los azúcares complejos necesario para la alimentación de nuestro cerebro. Su déficit puede producir irritabilidad, falta de concentración y memoria y puede ocasionar depresión. Se encuentra en la carne, la soja, el germen de trigo, el pescado, legumbres, cereales integrales y frutos secos.

Igualmente importante, la vitamina B6 (o Piridoxina) interviene en diferentes aspectos del metabolismo y en la fabricación de diferentes neurotransmisores, entre ellos la serotonina a partir del triptófano.

También es fundamental para la formación de las vainas de mielina de las neuronas, que son un aislamiento necesario para la correcta transmisión de los impulsos nerviosos. Su deficit puede ocasionar irritabilidad, nerviosismo, fatiga e incluso depresión. Se encuentra en los frutos secos, las vísceras, el pescado azul, quesos curados, frutos secos, cereales integrales, legumbre y levadura de cerveza.


Finalmente, la vitamina B12 (o Cianocobalamina) interviene en el buen funcionamiento del sistema nervioso y en la transmisión de los impulsos nerviosos. Su déficit puede producir neuropatía sensitiva, alteraciones del estado de ánimo e incluso depresión. Se encuentra en los productos de origen animal como la carne, las vísceras, el pescado azul, los huevos y el queso.


En forma y bien alimentado

Si hemos hablado de la importancia de los hidratos de carbono y de la vitaminas del grupo B para el correcto funcionamiento de las funciones cerebrales, no menos importantes son otros elementos, sin los cuales no todo funcionaria a la perfección.


Por ejemplo, cabe destacar los ácidos grasos esenciales, como el ácido Iinoleico y linolénico, que son fundamentales para el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso por su presencia abundante en las membranas de las neuronas. En este caso se consigue un aporte adecuado de los mismos con el consumo de aceite de semillas, frutos secos, germen de cereales, aguacate, cereales integrales, soja y germen de trigo.


Igual de importantes son los fofolípidos, una mezcla compleja de grasas, ácidos grasos esenciales, acido fosfórico, colina e inositol, que al igual que los ácidos grasos esenciales forman parte de las membranas de todas las células, incluyendo las neuronas. Estos se encuentran en las vísceras y la yema de huevo fundamentalmente.


Por último hay que destacar la importancia del hierro y del fósforo. El primero es fundamental para el correcto funcionamiento de las células nerviosas y para la fabricación de ciertos neurotransmisores. Su déficit se relaciona con menor capacidad de atención, pérdida de memoria y peor rendimiento escolar y laboral.


EI fósforo, por su parte, es imprescindible en el correcto funcionamiento del cerebro. Está presente en el fluido espinal que envuelve nuestro cerebro y la médula espinal en concentraciones superiores que en la sangre. Entre sus funciones se encuentran la activación de enzimas necesarias para el metabolismo de los hidratos de carbono, la activación de enzimas que controlan las membranas neuronales y en el metabolismo de los ácidos grasos. Junto a la Tiamina ayuda al proceso reparador de las neuronas para compensar el continuo desgaste de los impulsos nerviosos y favorecen el sueño.




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5 Comments:

  1. Pedro said...
    Para cuidar la salud y la figura nada mejor que el delivery de comida sana en zaragoza: http://guia.just-eat.es/lugares/zaragoza.html
    Susana Rodríguez said...
    una entrada super interesante, gracias
    Dolores said...
    Es un buen tema este, muy importante, muchas gracias por compartirl.

    Besos desde
    LAS COSITAS DEL RINCON DE DOLORES
    La dieta mediterranea de Carmen said...
    Una entrada muy interesante..nuestra dieta es nuestra salud..

    Feliz domingo.

    Muaks
    Carmen
    www.dietamediterraneasana.blogspot.com
    Estela said...
    La verdad que este tipo de articulos me hace tomar conciencia de lo mal alimentada que estoy!!
    este ultimo tiempo vivi a base de delivery de pizza y helado jaja, así que si o si este mes mejoro mi dieta!!
    grax por la info! mi cerebro agradecido :)

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