Si eres una persona trabajadora, con estrés y acabas de entrar en la treintena, es probable que sufras colon irritable. Este síndrome es un trastorno crónico de los intestinos del que se desconoce la causa. Cuando aparece, los músculos del colon no funcionan normalmente y se producen espasmos y diarreas.


El colon o intestino grueso se vuelve más sensible y reacciona de forma adversa a alimentos y medicamentos. Además, se suelen añadir alergias a ciertos alimentos y la infección por bacterias tipo helicobacter pilorii, responsable de las úlceras. Es muy frecuente que aparezca después de una gastroenteritis.

La mayoría de las personas que lo padecen pueden pasarse años sometiéndose a todo tipo de pruebas para descartar enfermedades del tubo digestivo. Por desgracia no existe ningún remedio o estrategia preventiva para evitar su aparición. Tampoco ningún tratamiento específico que haya demostrado eficacia.

Sin embargo, es uno de los trastornos que mejor responden a una
alimentación equilibrada y a un cuidado con la dieta. Además, es muy importante controlar el estrés, que suele estar detrás de muchos de estos síndromes.

Lo más recomendable es llevar un diario de los alimentos que se comen, anotando como responde nuestro organismo a ellos. Si descubres que algún alimento te provoca diarrea o mas gases de los habitual o algún dolor, es muy posible que hayas desarrollado una alergia a ese alimento o a alguno de sus componentes.

En estos casos, lo ideal es cambiar el alimento involucrado por otro y ver si cambia nuestra respuesta. Por supuesto, es mejor evitar las comidas que antes nos haya producido ya problemas.

Cuando aparece algún tipo de reacción a alimentos, lo mejor es hacer una rotación de las comidas. Ésta consiste en comer un tipo de alimento diferente cada día durante cuatro días. Por ejemplo, un día carne, otro pescado, al otro verduras y el último lácteos y cereales. Se repite el ciclo dos veces.

De esta manera, evita que la reacción defensa del organismo se consolide. La mayor parte de las alergias desarrollan muy lentamente, pero si el causante no se ingiere más que en días separados, es difícil que esta acabe por desarrollarse totalmente.


TRANQUILIDAD Y BUENOS ALIMENTOS

En general, se recomienda una dieta equilibrada de estilo mediterráneo pero evitando los alimentos picantes y con alto contenido en grasa. Del mismo modo los lácteos, las cebollas, el repollo y otros alimentos que suelen producir flatulencias.

Aparte de esto, hay que procurar comer frutas y vegetales que reducen la probabilidad de tener espasmos intestinales. Es impor-tante comer cereales enteros, con alto contenido en fibra, pero no aumentar mucho su cantidad pues eso podría generar más flatulencias.

La mejor forma de evitar los síntomas asociados cuando se come es hacerlo despacio y en pequeñas cantidades. Si es necesario se recomienda aumentar a seis el número de comidas diarias.

Es muy importante no tragar aire al comer para evitar la distensión abdominal y la reacción en forma de espasmos y diarreas. En el mismo sentido, evitar el estreñimiento es importante, lo que se consigue si se bebe el agua suficiente. Al menos de dos a dos litros y medio diarios.

Manejar el estrés adecuadamente suele terminar con los episodios de síntomas. Para ello, lo primero es reconocer que somos nosotros los que nos estresamos y que podemos cambiar nuestra forma de responder a las distintas situaciones vitales.

Para facilitarlo, el ejercicio moderado, pausas en el trabajo diario y aprender algún método de relajación activa serán nuestros principales aliados. El colon irritable es en realidad un reflejo del estilo de vida presuroso y sin tiempo para coger perspectiva. Adoptar un ritmo más pausado es la garantía para nuestro bienestar. Come, vive y ama, pero lento.



Estilo de vida


• Eliminar el consumo de tabaco, alcohol y azucares refinados o bollería industrial.

• Beber un mínimo de dos a tres litros de líquido al día.

• Hacer ejercicio regular y moderado. Con media hora al día corriendo o yendo en bici, es suficiente

• Practicar ejercicios de relajación con visualización para un mejor control de tu estrés.

Vive mas lento.


Fuente : Cocina Sana y Natural
Pedro L. Gonzales, Médico especializado en medicina preventiva y periodista.






3 Comments:

  1. ✿ Belle ✿ said...
    genial el post, no sabía lo que era el colon irritable y me has sacado de dudas :)
    Comer especial said...
    Muy interesante el artículo. Resume un poco lo que gira en torno a todos los que padecemos problemas digestivos. De ahí surgió mi idea de crear el blog puesto que no todos toleramos los alimentos de la misma manera. En mi caso, la cebolla no me produce flatulencias. Claro que yo no padezco de colon irritable sino de proctitis ulcerosa autoinmune. ¡Gracias por el artículo! A ver si la gente se va concienciando y se cuida. No sé si viste la receta que me inventé de lentejas para poder tomarlas pues produce muchos gases y he tenido que hacer un cursillo acelerado para poder comer alimentos que son necesarios pero elaborados de forma habitual podrían dañar mi organismo. Bueno, tremendo texto, disculpa. Besos.
    Mar said...
    Hola Belle, me encanta que te pases por aquí y dejes tu comentario..

    Hola Rous, no había visto la receta de tus lentejas,me he pasado por tu blog para echarle un vistazo, me alegro de que ya puedas comerlas gracias a esas ricas lentejas rojas..

    Besos..

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